jueves, 21 de agosto de 2014

Callos en los dedos...

Mira a través de tu objetivo e intenta captar el momento preciso.
Aprieta el botón.Congela ese momento...
¡Ahí,ya lo tienes!
¿Lo notas?¿El aleteo de la mariposa en la amapola?¿La nube recorriendo el cielo azul?
¡Qué sensación tan magnífica y gratificante!
Los tonos anaranjados del sol sobre la mar,el arco de medio punto en esa catedral,el río fluyendo cascada abajo,el movimiento inquieto del gato y sus ojos hipnóticos...
Ver todo eso reflejado en una lámina o simplemente ver la instantánea en una pantalla y sentirse alegre,impaciente por mostrar ese maravilloso instante que,de momento es inmarcesible en la mente y esperamos,sea así sobre la mente de otras personas al verlo.
Las mano,ya acostumbradas al rugoso y protuberante objetivo de la cámara,el cuello a la correa que mantiene ésta sobre el pecho o el vientre;los ojos ya saben buscar los rincones perfectos,las casualidades cromáticas que se forman entre cielo y tierra,los animales más traviesos y risueños...
Sin trampa ni cartón.Todo lo que ves y quieres hacer ver,tú te encargas de su esencia recoger.
Caminas,observas...Con cautela de no ser descubierto en una revuelta futbolera al mostrar la ira de un hoolingan,de no pisar la margarita más bella del prado,de parar a tiempo en la estación más concurrida de todo Madrid y mostrar a sus estresados pasajeros esperando un nuevo tren.
Ves sus caras y casi puedes saber lo que piensan mientras miran las vías con impaciencia...
Todos los colores que se plasman en la película y que posteriormente llegan a papel;que vuelves a vivir ese instante sintiendo la brisa de aquel amanecer o el corretear de las ardillas en el tronco de aquel pino.
Tenéis el don de estremecer el alma a cualquier persona con sólo una imagen.El hambre en África,la muerte en Gaza,la desesperación en España por la situación en la que vivimos...
Me parece un don admirable,de verdad.
Espero que nunca lo perdáis y sigáis llenando el corazón y el alma de muchas personas.

"Lo más importante no es la cámara,sino el ojo." Dicho por Alfred Eisenstaedt.