martes, 4 de julio de 2017

Crys.

Viajé a través de tus papilas gustativas, dejando un amargor que sólo el alcohol de aquel vodka con limón podía matar. Recorrí tu sangre en busca de un éxtasis que me llevase a romperte los esquemas. Rasgué tu piel con calor y una sensación de separación de entes... Lilu estaba libre y rebotaba contra tu piel.

Acaricié tu cuerpo como una suave pluma y conseguí llevarte al camino del placer... oías la música en tu cerebro y la veías brotar de cada esquina del local. Cada golpe de ritmo era para ti una incitación al baile, al movimiento acompasado de tus caderas, imitando al fuego de una candela crepitante. Tan dulce y tan excitante.

Dilaté tus pupilas, arañé tus labios que se iban quedando secos y aplaudí tras tu nuca al haberme aceptado de tan buena manera. Eres dura, hija de Lilith, eres dura.

Luego te quisiste deshacer de mí con zumo de piña y conversaciones inteligentes. Casi lo consigues, jodía... pero te seguí hasta casa con las fuerzas que me quedaban.
Mirabas tanto y a todos lados que parecías nueva en el mundo. La gente te miraba y tú te sonreías porque tú eras feliz y ellos envidiaban tu sonrisa tempranera. Son infelices, no les hagas caso.

Ahora te has duchado y ya he abandonado tu cuerpo, pero pronto me anhelarás. Querrás volver a besarme y me pedirás que te coja de la mano para volver a bailar entre calores y trances musicales.

Descansa, pequeña Lilu... yo también deseo volver a poseerte.

Fdo: Crys.